Los contenidos actuales de la educación física son el resultado de los que se han ido incorporando al currículum educativo desde finales del siglo XVIII: la danza, la gimnasia, juegos y deportes y actividades en el medio natural. Aunque son prácticas comúnmente aceptadas, estas actividades no tienen justificación de porqué se hallan en el currículum y algo que está hecho sin intención, ¿aportará algo de aprendizaje y de educación?
Bien, los autores del artículo opinan que estas prácticas deben llevarse siempre a cabo, aunque sea de manera implícita, ya que pueden ofrecer un aprendizaje oculto: se enseñan valores y conocimientos, sin buscar eso explícitamente Durante la historia se han utilizado justificaciones diferentes del porqué de su realización, relacionadas con el interés que despertaba a las masas y las teorías parecían coincidir en la influencia social y moral que tenía la práctica en los individuos.
Los primeros educadores físicos, se solían centrar en el cuerpo sin tener en cuenta la dimensión intelectual o afectiva. Se educaba lo físico y era la justificación de obtener valores como la voluntad, obediencia, honradez y justicia. Más tarde, sin embargo, surgen educadores que comienzan a plantearse nuevos estilos, ejercicio físico que necesitaba también del intelecto y surgió una nueva justificación que entendía al individuo como un todo, y sí que comprendía las relaciones humanas y en grupo, los aprendizajes congestivos, mentales, estéticos y intelectuales.
No obstante, esta concepción es aún utilitaria y extrínseca, por lo que el autor Arnold propone el valor intrínseco del conocimiento teórico y práctico, creando una nueva estructura de la concepción de la educación física que se distingue entre:
- La educación sobre el movimiento: tiene un valor intrínseco y función educativa porque ofrece conocimientos sobre la educación física como la fisiología del ejercicio, biomecánica, psicología del deporte, kinesiología, historia, etc.
- La educación a través del movimiento: comprende propósitos instrumentales y valores extrínsecos dedicados al desarrollo estético y moral, la socialización y ocupación del tiempo libre.
- La educación en movimiento: que defiende las prácticas físicas como actividades con valores intrínsecos e inherentes a ellos mismos, y está basada en la experiencia, en el saber cómo hacer cosas en el mundo
Concluyendo, y para argumentar el valor educativo de la educación física, ¿y por qué no puede serlo? El deporte, el juego, y la actividad física son herramientas de gran valor para transmitir valores positivos y es el docente el que tiene que dar la intención y construir el contexto adecuado para que se pueda dar una educación porque los valores no se van a transmitir por sí solos. También como educadores se debe tener en cuenta el contexto y las personas con las que se trata, las relaciones que establecen en la práctica y de no separarlas de los contenidos que se imparten para crear siempre situaciones que resulten beneficiosas para que se de aprendizaje y educación, si no se gestiona bien se podría fomentar todo lo contrario
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